Una mujer sale de su casa mientras estoy asegurando al bebé en el asiento del auto.
—¡Déjame en paz, loca! —le grita a una mujer más grande con la que comparte el rostro.
Dejo de hacer lo que estoy haciendo y camino hacia ellas, curiosidad disfrazada de preocupación. Al cabo de seis pasos, regreso. El bebé me mira con ojos que tienen varias décadas más que cualquiera de nosotros.
Pongo en marcha el auto y parto sin mi bolso.
Me doy cuenta de lo que hice cuando llego a la guardería y deposito al bebé en los brazos de una mujer como si se tratara de un queso para pesar. Me mira del modo en que se mira a alguien que deja a sus hijos aun cuando fruncen la cara, aun cuando extienden las manitos regordetas. Las puertas pesadas se cierran tras de mí.
Golpeo en las casas. Una mujer me presta un bolígrafo para que deje una nota pegada en un árbol. Comienza a llover y me adentro en el bosque, un último recurso. No pasa demasiado tiempo. Miro el bolso y no lo puedo creer, sostengo las manijas desgastadas lejos de mi cuerpo. Todo está allí. Hasta el efectivo.
Más tarde me siento a escribir. Saco mi cuaderno del bolso, lo abro y me doy cuenta de inmediato. Algo falta. Palabras —miles de palabras—. Las páginas soportan el peso de la poesía recargada, márgenes salpicados con gotas de tinta como si fuera la escena de un crimen. Pero las líneas están vacías e inmóviles. Lo hojeo rápido, las hojas se despliegan como el acordeón arrugado que toca un hombre con una triste sonrisa roja. La última página me deja sin aliento. Hay una línea. Solo una que no fue tomada. Las palabras no son mías. Estoy segura, aunque es mi letra.Tirada en lo alto de un edificio, las nubes no se veían más cercanas que cuando estaba tirada en la calle.
Traducción: Susurros Chinos
Publicado en Instantáneas de ficción. Volumen 2
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Del original The Word Thief, de Victoria Richards; publicado en Reflex Fiction, 27 de febrero, 2018.
Victoria Richards es periodista y ha trabajado para BBC News, The Times y The Independent. En 2017 ganó el premio inaugural Oh Zoe! Rising Talent y tuvo muy buenos comentarios en el premio Bridport. Vive en Londres y se encuentra trabajando en múltiples proyectos: una novela, una compilación de poesía, otra de cuentos y algunos libros infantiles.
Más información: victoriarichards.co.uk
